lunes, 26 de mayo de 2008

enfermar de sueños.



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mi padre enfermo de sueños. Miriam Reyes

en el asfalto incandescente de cien mil mediodías caminados

bajo el sol en vertical

perdió sus pies

y apoyado en sus rodillas sigue buscando

el camino de vuelta a casa.

Mi padre sueña,

rendido por el cansancio,

que vuelve a su tierra y planta sus piernas y le crecen pies jóvenes

y la savia de su tierra negra le alivia el dolor de las arrugas

y resucita sus cabellos muertos.

Luego despierta en un piso alquilado a la ciudad de los huracanes de la miseria

y blasfema y maldice y no tiene amigos.


Escondido en la noche

papá llora por las certezas que lo defraudaron.

Del otro lado de su piel

mamá llora por mamá

mamá llora por su casa que ya no habita

y por paz y reposo y risa.


Papá y mamá lloran

cada uno a espaldas del otro en la cama

en el más crudo estruendoso hermoso silencio

que modula en frecuencias infrahumanas

sonidos que se articulan como palabras:

"si aquí no estan mis sueños

cómo puedo dormir aquí".

Y que sólo yo escucho

con la cabeza enterrada en la almohada.


Concebida de la nostalgia

nací con lágrimas en el sexo con tierra en los ojos con sangre en la cabeza.

No soy lo que soñaron

como tampoco lo son sus vidas.

***
descubrí a esta poeta por casualidad, ojeando una antología en una librería; es gallega, de mi misma provincia, hija de la emigración a venezuela.
gracias por todo lo que me has aportado, Miriam, tú que no rspondes al estereoripo de poeta; puede que a ninguno: eres tú, pero cosas tuta me reconozco.
Mis mejores deseos.

4 comentarios:

fritus dijo...

desde luego el poema no te deja indiferente...te agarra y te sacude.

un abrazo Siloam

Marcelo dijo...

Hola Siloam! Uno lee lo que encuentra, al menos así me ocurre a mí, que me gusta vagar por las librerías. Pero siempre es una lucha desigual, porque no puedes abarcar ni una pequeña parte de los autores que andan dando vueltas por ahí. Y de repente aparece una autora a la que uno no podría llegar ni por casualidad, entonces es cuando valoro esta posibilidad que nos da internet, de acceder a otros mundos, otros sentimientos, u otras lecturas, como las tuyas o las de Fritus..y compartirlas!
Un beso

J. M. dijo...

yo quiero enfermar de no soñar
(saludos)

siloam dijo...

buemo, una ammiga dice que su desgracia es que no puede soñar (exagera), tal vez la vida le exige pragmatismo a tope, y tal vez por eso somos amigas, intuye más de lo que piensa, le gustan los sueños , cuando se los permite.
saludos.