lunes, 19 de mayo de 2008

divagues



a beira do sil

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El día 17 se celebró el Día das letras galegas; actos oficiales y no tanto. Pero yo no participé, estaba el las entrañas de Galicia, entre el Sil y el Miño, rodeada de madrileños que huían del asfalto en los cuatro días que la celebración de su patrón, S Isidro, le facilitó. Se comentaba la carretera, la orografía, los viñedos romanos, los monasterios benedictinos. Viví allí de niña, y aún hoy me pregunto como descubrieron la zona. Hay algo en la Historia que se me escapa, aunque los relatos de los lugareños, de la familia, me gustan y me hacen entender desde el corazón.
Dani, de 6 años, estaba como en un cuento; me contagió, al fin yo a los 6 años, también sentía algo especial allí; comencé a contarle cosas, y me parece que tuve una recesión en el tiempo , porque no se separaba de mí. Se quedó conmigo mientras los demás intentaban bajar al río desde el monasterio de S. Cristina, yo avisaba: no está tan cerca como parece, y pillaros un palo que la bajada es dura y a veces la tierra está blanda, tras las lluvias. Dani quería llevarse un castaño pequeñito a Madrid. Alrededor de los castaños crecen sus cachorritos, es como cuando ves un rebaño de ovejas y los corderitos. Es verdad!!, decía.
En la tienda polivalente del pueblo alguien hablaba “del loco de manu chao” , y de Monforte, que está enfrente. Como siempre, el efecto de esa tienda- bar fue impactante, los sombreros de siega, las hoces para segar, los cordones de zapatos, al lado de la vitrina refrigerada hasta con productos ligth. Y escucharme hablar a mi gallego (me parece que cuando estoy allí, se me pone hasta el acento del lugar).

El balcón de Madrid, contar la historia que me contaba mi abuela: desde allí las mujeres despedían a los barquilleros que se iban a Monforte a tomar el tren, y pasar el verano vendiendo barquillos, las huidas de republicanos en la posguerra, y parece ser , que hasta frailes también huyeron por allí. Mucho antes.
Está en las guías, pero yo tengo mi versión.
Volví en autobús desde Ourense, bordeando el Miño, apenas una hora de la que ni me enteré , sin el habitual bullicio de los domingos noche, cuando vuelven los estudiantes .
Ayer, ya en la ciudad comentaron algo y hoy leo que Manu Chao (el de mano negra, uff, cuanto me impresionó ver a mano negra en directo antes de separarse) , y su padre, el escritor, pasaron también el finde por la zona, en Monforte de Lemos, uno de conferencia y el otro calentando motores para una gira. Me enteré por el periódico : tiempos modernos. Pero la casa de mi abuelo, cuadrada, de piedra, sigue allí, y aunque mi sentido de la propiedad es muy limitado, es mi referencia, ella, el nogal del patio , el lavadero abandonado. Al fin son los testigos de mi infancia, ellos saben de mí, como la canción de cohen: tú sabes quien soy.

5 comentarios:

manuel_h dijo...

pues hubiera estado realmente bien pillar a manu chao, hijo, calentando motores.
En cuanto a encontrar los sitios... jeje, no se escapa uno!

besoss

Marcelo dijo...

Aquí es más fácil aclarar que Mano negra fue el grupo de Manu Chao que a la inversa. Respecto de las casas, hay algo que hace más vívido al derecho de propiedad, y es algo que no sabe de papeles ni notarios sino del corazón. Puede que ya no pertenezca a tu familia y sin embargo la sientes tuya. A veces paso por una casa donde viví de niño, y siento la tentación de pedirle entrar a los dueños, pero temo que se crean que estoy chiflado o soy un ladrón. Hace poco ví una película yanqui sobre el tema...

siloam dijo...

es cierto manuel, o se le escapaba una :)

en este caso, Manuel, por suerte, la casa es de mis hermanos y mia, me dolería mucho lo otro, por eso, por el corazón.Y un tío que vive allí, la cuida, la airea...
abrazos

Anónimo dijo...

Eu aínda teño eses referentes de pedra e ladrillo moi cerca, malia que non sei se será por moito tempo... xa sabes, o novo PXOM de Vigo pretende facer unha megalópole desde Chapela ata Nigrán e seica todo sucumbirá baixo as excavadoras

Bicos

siloam dijo...

eso si que duele, aunque haga falta un plan de urbanismo; romperá muchos corazones, matará de tristeza a ancianas con su huerta , ta felices.
bicos!